martes, 8 de abril de 2008

Carpe diem

Llevo un año pésimo en cuanto a pérdida de amigos y conocidos.
Han dejado este mundo, quien sabe si para algo mejor:
-Pedro, el hombre que trajo a mi marido desde Uruguay. Muerte fulminante por infarto.
-Fefi, la vecina de mi madre de toda la vida. 40 años muy castigados por la mala vida.
-Mabel, 34 años, mi querida Ladyvintange (que escribía ella). Una luchadora, una potiadicta, una persona maravillosa que me ha enseñado a exprimir cada momento.
-Iván. 34 años. Compañero de colegio, hermano de una amiga. Derrame cerebral mientras dormía, sin avisos, sin porqués. Chico sano, deportista, con un bebé de un mes.
Es la muerte que más me ha dolido. Por injusta e inesperada, por su bebé y por su esposa.


Pero no todo son malas noticias. Me he quitado el DIU y estoy a la búsqueda de un hermanito o hermanita para mi hija.
Estoy muy ilusionada porque estoy disfrutando de la espera. La otra vez me quedé sin esperarlo y ésta está siendo diferente. Ya voy mirando foros de mamás, webs con ropita de bebé, cochecitos, cucos, cunitas... Hasta he mirado precios de pañales, biberones y toallitas...

3 comentarios:

  1. A mi madre se le ha muerto la prima más divertida, una de sus amigas mejores... aún lloramos a ratos, aunque gracias a Dios creemos que está en el Cielo. Yo sí que creo que se han ido a un sitio mejor, lo malo es que a nosotros nos duele. Quería que supieras que sé por lo que estás pasando, y que hay que tener esperanzas. Dios no es un cuento.
    Te sigo en el foro Vogue (como lectora) y ahora he descubierto tu blog, ¡gracias!

    ResponderEliminar
  2. Gracias a ti, Rocío. De verdad que deseo que estén en un sitio mejor.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Grande, Adegea.

    Para mí el 2007 también fue muy doloroso, y el 2008 no lo está siendo menos. Lo de Mabel, el suicidio de un amigo de la infancia, el aborto espontáneo de mi mejor amiga, el despido de mi madre (con 48 años tiene muy difícil encontrar otro trabajo, aunque ha conseguido algo a media jornada ahora) y muchas presiones diarias hacen difícil algo tan nimio como salir de la cama. Pero también para mí Mabel fue una inyección de fuerza y esperanza. Y, sobre todo, de ganas de vivir y sacarle el máximo partido al tiempo que nos queda que estar aquí.

    Mucha suerte en tu búsqueda. Ojalá pronto puedas cumplir el deseo de darle un hermanito a tu hija.

    Un abrazo enorme.

    ResponderEliminar

Me encanta saber lo que piensas: