Mañana apacible

Esta mañana, con casi las cuentas de la comunidad por fin cuadradas, me he levantado optimista.

Me he dado un baño perfumado con aceite de gardenia de Santa María de la Novella, regalo de mi amiga Isabela (un besote desde aquí). Me he puesto mi mascarilla para el pelo, me he maquillado y he hecho los desayunos, el mío con mi tazón de porcelana favorito, con un gato leyendo el periódico.
He recogido un poco la casa y he ido a ver un momento a mi madre y luego a dejar a mi hija al colegio. He hablado 5 minutitos con algunas madres, hemos compartido charla sobre el catálogo de Verbaudet, y hacia el trabajo.

Ha sido una de esas mañanas perfectas, en las que parece que el mundo esté perfectamente sincronizado, en la que todo va bien, todo funciona como debe.

Quizás es porque estoy pasando últimamente mucho estrés pero agradezco estos momentos puntuales de rutina, de calma. Soy consciente de ellos y los agradezco.