Ritual de belleza

Ayer a mediodía quedé con mi amiga Picard para vernos un ratito en mi hora de comida. Vamos siempre con unos horarios tan apretados que apenas nos queda tiempo para dedicarnos a nosotras mismas. Estuvimos hablando del estrés que llevamos y que las dos hacíamos mala cara.

Así que al llegar a casa a las 20 horas, me quité los tacones, cené, me desmaquillé y me fui a la cama a las 9. Estuve charlando un poco con mi hija y mi marido y después me puse a leer hasta las diez y media, cuando apagué la luz. 

Esta mañana me he levantado media hora antes. Iba a hacer elíptica pero he pensado que mejor me mimaba un poco, así que me he puesto una mascarilla en los pies, la Volcano de Lush, con ingredientes exfoliantes como la piedra pómez, y los he envuelto en plástico. Me he ido a preparar un café con leche de soja y me lo he tomado tranquilamente viendo las noticias de la mañana. 

Luego me he dado la ducha de rigor, bien calentita, me he untado el cuerpo con manteca de monoi de The Body Shop y la cara con una buena capa de crema tres rosas de Sabta, para encarar el frío mañanero que, no sé a vosotras, a mí me ha pillado desprevenida. Luego me he vestido y, la verdad, me he sentido mucho mejor conmigo misma.

PD: esta noche hago elíptica sí o sí.