jueves, 12 de febrero de 2009

Ayer tarde, corriendo para no variar, salgo del metro y voy camino de casa de mi madre para recoger a mi hija.

Veo a lo lejos una chica. Morena, delgadita, media melena, buen tipo. La veo caminar como si tuviera algún tipo de parálisis, vacilante. Voy detrás de ella, pensando que tiene un pelo precioso, castaño oscuro y ondulado natural.

Entonces parece que me escucha el pensamiento, se gira y me dice:
- Hola, hablo sola pero no estoy loca.
Yo: - No, cariño, porque vas a estar loca. Yo también hablo mucho sola.
Ella: - Pues yo hablo sola porque no tengo nadie con quien hablar. Tengo muchos problemas.
Yo: - Ay, corazón, todos tenemos muchos problemas.- Le di una palmada cariñosa en el brazo y añadí: - Que te vaya muy bien, guapa.

Si no hubiera tenido que ir a buscar a mi niña probablemente me hubiera parado a charlar un ratito con ella, para que me contara lo que le preocupaba, para que no estuviera tan sola.

7 comentarios:

  1. ¡¡Qué lindos sentimientos tienes Ade!!... Dios te va a recompensar, tenlo por seguro... No era necesario que te quedaras a charlar con ella, tus pocas, pero sinceras palabras fueron de gran ayuda para ella!!!

    Mi linda Ade: Te dejé un premio en el blog de "Los 5 imprescindibles de". Espero que te guste. Muchos besos, Claudia

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  2. Cuando estudiaba y trabajaba en Madrid, cogía el metro todos los días. Era alarmante la cantidad de gente con buena presencia y sin un transtorno aparente que iba hablando sola. Me encontraba casi siempre con una señora que iba contando obsesivamente las monedas que tenía en un monederito de esos de cierre, y echando cuentas en voz alta sobre lo que le costaba el pan o la leche.
    Aquí en el Sur, no se da tanto. Supongo que la gente se relaciona más y habla con otros de sus problemas. También vivo en una ciudad relativamente pequeña en la que todo el mundo se conoce y la sensación de desamparo o soledad es prácticamente inexistente.

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  3. Ay Dios mío, yo tengo un problema en casos así, y es que no hay equilibrio: o me vuelco o me retraigo. Y es que no puedo evitarlo: me da mucho miedo la gente rara. Y luego me autolatigo diciendo que rara soy yo, raros somos todos... pero si veo a alguien solo y veo algo que no me parece "normal", (¿normal, qué es normal?), me entran ganas de salir corriendo.

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  4. Yo depende. No era más que una chica sola. Tenía una parálisis obvia (también le afectaba a la cara) y unas ganas evidentes de ser escuchada.
    En las grandes ciudades hay muchísima gente desamparada, sin nadie que les mire a los ojos en todo el día o les dirija la palabra. Yo hablo mucho con las personas mayores, incluso sin conocerlas, son mi debilidad.

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  5. Te nominé a un MEME y un premio ^^
    Besitos!!

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  6. la historia me dejo algo asi 0_0 porque no siempre la gente se pone a hablar con un desconocido, a mi cuando me habla gente q no conozco es cuando ando en el bus y pasa algo digno de comentar, realmente esa chica debia estar en un estado dificil, porq para partir diciendo q estaba loca y que no tiene con quien hablar, era un grito por amistad, espero q tus palabras le hayan hecho sentir mejor

    creo q eres una persona muy calida.
    saludos

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