Sobre la soledad

Ayer mañana fui al centro con mi hija a hacer unas gestiones, por la zona del Paseo de Gracia.

Íbamos paseando y mirando escaparates de marcas exclusivas y, curiosamente, todas tenían un guardia de seguridad vestido impecablemente de traje pero colocado de manera obvia y disuatoria a la hora de entrar. No sé si es debido a la crisis.

Entramos en La casa del Libro. No me atrevo a llamar a esta tienda librería, digámosle supermercado de libros.

Estuve cotilleando las agendas, pese a que tengo ya 2 compradas para este año, y los cuadernos Moleskine.

Encontré L'agenda de la dona (Agenda de la mujer). Nada que ver con la que editaban los anarquistas-libertarios y que yo compraba en los años 90, que era más cutre y mucho más auténtica.

Y me vino a la memoria mi etapa de single. No digo soltera porque no me sentía como tal: vivía sola, era independiente en todos los aspectos y ni me pasaba por la cabeza esposarme, que es a lo que relaciono el término soltera-no-casada.

Nunca como en aquellos tiempos he sido más "yo". Estar a solas conmigo misma, dedicarme sólo a lo que me apetecía, ya fuera leer, dormir, salir de fiesta, escribir, callejear...

Muchas, muchas veces, echo de menos el no tener a nadie dependiendo de mí, a quien cuidar, el poder manejar en exclusiva el rumbo de mi vida.

Era pobre como las ratas (comía carne de ternera y marisco sólo cuando iba a casa de mi madre) y vivía en un zulo de menos de 20m2. Y era libre y feliz.

A ver, que ahora también soy muy feliz, con mi vida actual, mi hombre y mi niña, pero es diferente.

He empezado el año divagando, me váis a perdonar.

Anoche me maquillé de acuerdo a la ocasión.

Me puse mis pestañas postizas con glitter, los MSF New Vegas, dorados, por el rostro y escote y estaba peinada de peluquería, así que recibí el 2009 bien guapa.

Escribí mis 3 deseos para este año, los envolví en laurel y los guardé en un saquito de terciopelo color burdeos. Y quemé los del año pasado, que está feo guardar ilusiones insatisfechas.