Sabta de mis amores

Perdonad que no haya actualizado pero llevo unos días complicados. Mi marido está en Castellón desde el lunes de la semana pasada, haciendo un nuevo Primark, y mi hermano pequeño lleva ingresado en el hospital desde el mismo día, así que vamos todos muy estresados.

El miércoles me llegó un encargo que le había hecho a Sabta. Entre mis amistades tengo auténticos fans de sus productos y como siempre estoy en la oficina, no tengo problema para recibir los paquetes. 

Pedí tres mantecas de karité con olor a vainilla. Una es para mi hermana, a quien le fueron genial las anteriores para curarle la pitirisis rosada que se le contagió en la piscina. La otra para una amiga a la que se le ha quedado la piel seca por un tratamiento con cortisona. Y la última es para una de las señoras que me ayuda en casa y repite, a su niña con dermatitis atópica le va estupendamente. Como véis, Sabta les ha añadido dos regalitos, un jabón  y una muestra de crema regenerante.

Mi compañera de trabajo quiso una manteca de karité, una crema nutritiva de tres rosas y jabón con árbol de té para sus chicos adolescentes.

Y a mí me llegó de regalo de mi querida amiga, todo esto:

El tubo blanco es una hidratante corporal con el olor más delicioso que podáis imaginar. Me lo ha obsequiado para mi hija. Le está yendo genial para los granitos que le salen en los brazos (no sé de qué son pero he visto que los tienen muchos críos). Huele a vainilla, a caramelo, como a natillas, dan ganas de comérselo.

La botella es agua de rosas casera, me va genial como tónico.

Mirad el detalle de este jabón, con los capullitos de rosa... Y lo bien que huele.

Esta crema me ha conquistado. Creo que es la mejor que he probado hasta la fecha. Es untuosa pero no grasa. Hidrata muchísimo, te queda la piel como culito de bebé, aclara un poquito el tono y tiene un olor fino a rosas. Me explicó Sabta que es muy nutriente y especialmente preparada para piel madura, por la elastina, la jalea real y la proteína de seda. 

La recomiendo encarecidamente.

Desde mi humilde blog dar miles de gracias a Sabta por regalarme sus productos y, lo más importante, por estar entre mis amigas cibernéticas. Un besote enorme.