He estado en mi hora de comer en la tienda de Lush de Barcelona. He hablado largo y tendido con Yolanda, a quien echaba de menos y es porque está coordinando las tiendas de España. Ahora está en Madrid, ahora en Zaragoza, o en Barcelona o en la próxima tienda que abren en Valencia.
Me había apuntado en el foro de su web para que me dieran un regalito a cambio de una contraseña. Tenían preparada una caja para mí.
Habían diferentes regalos pero como me conocen bien, me han ofrecido el estrella: un perfume Vainillary por una compra superior a 100 euros. Y no me he podido resistir, ya que es mi perfume fetiche (llevos gastados dos frascos, y los que quedan).
He comprado varios de mis básicos: gel Flying Fox, esta vez de 500ml; champú Sublime; Sugar scrub verde; champú sólido Godiva; burbuja Dulcinea; perfume Vainillary (sí, otro); exfoliante labial de chicle y acondicionador Crema americana, la primera que compro, tiene muy buena fama.
Después hemos hecho varios juegos: coger gelatina de baño con una cuchara, componer dos frases sobre Lush con palabras sueltas, soltar una pelota en el aire y recogerla mientras atrapabas una latita, tiro de anillas y adivinar productos por el olor y la textura. He ganado en tres juegos y me han dado aparte de la caja personalizada un exfoliante para pies Volcano, una toner tab de vitamina C y un trozo hermoso de jabón Sexy peel, que huele divino a cítrico.
Dentro de la caja de regalo y el paquetito de muestras adicional había todo esto: exfoliante labial Mint Julips, maquillaje corporal Charlotte Island, gel Ramita de olivo, crema de afeitar Hombresía, perfume sólido American Dream, burbuja Dorothy, maquillaje amarillo oscuro, crema Karma, Lemony flutter, tónico Aquaromántica, La máscara y gelatina Joy of jelly.
Alucinante.
Regalitos Lusheros.
Caja personalizada abierta.
Contenido de la caja.
Como siempre, estoy encantada con lo generosas que son en esta tienda, el excelente trato al público que tienen y los detalles personalizados, con sus etiquetitas, lacitos y presentación.