Antes de las fiestas navideñas fui a un mercadillo que montan como si fuera medieval. Son divertidos, tendríais que haber visto a mi uruguayo tirando al arco para conseguir un fuet, y se encuentran productos artesanos.
Vi estos jabones, salían 2 unidades a 3 euros (¿o eran 5? no me acuerdo). Uno es de jazmín y el otro de miel. Por el tamaño encontré que estaban bien de precio y partidos por la mitad van perfectos para la jabonera de manos.
En otro puesto vi que había una señora anunciando un método de depilación "natural", lo que llamó mi atención. Probé el artilugio con el vello del brazo de mi marido y comprobé que iba bien. Igual alguna lo conocéis, yo no lo había visto nunca. Os lo enseño:
Se trata de una lija microfina que va pegada un aplicador con asa. El mecanismo de depilación es simplemente rotar cuatro veces hacia un lado y cuatro hacia el otro, haciendo una fricción que corta el pelo. También sirve para exfoliar la piel, va muy bien para suavizar los granitos que salen en invierno por el uso de lana o por el contraste del frío exterior con lo calentito del cuerpo. Se usa con la dermis limpia y seca.
He esperado a hacer la review porque la vendedora me dijo que debilita el vello y que éste tarda más en salir. No he notado ese efecto, aunque también es cierto que soy casi lampiña y me depilo de uvas a peras. Ha pasado un mes desde que lo usé por primera vez y he repetido hoy, con buen resultado.
Viene con la fundita y 11 recambios, cada uno de ellos dura unos 5 ó 6 usos, y me costó 20 euros. A este paso sería una depilación por mes, 2 recambios al año, contando 12 aplicadores, me va a durar 6 años. Entre 20 euros, mi depilación anual tiene un coste de 3,33 euros. No está mal ¿verdad?
El por qué de tantas cuentas y rentabilidad os lo explicaré en otra entrada.
Y lo último que he finiquitado. Nunca lo había puesto pero me ha hecho ilusión y quería comentaros el resultado final de los productos.
La mascarilla Label.m y la gelatina de ducha Iced wine de Lush. Curiosamente ambas fueron regalos. La primera de la misma marca y la segunda venía en la caja del Amigo Invisible de 2010.
El producto capilar me ha encantado. Protege el color, suaviza perfectamente sin engrasar y tiene un olor maravilloso.
La gelatina tiene un olorcito muy invernal pero no es una textura que me agrada especialmente. Tienes que ponerla sobre esponja de rejilla para sacarle todo el provecho y hacer espuma y encuentro que así pierdes parte de su aroma, que es el encanto del producto. No repetiré experiencia.