Los de la revista Telva me venían tiempo detrás para que renovara la suscripción. Les dije que hasta que no me ofertaran algo bien bonito de maquillaje, no la compraría. Me llamaron hace unos días ofreciéndome un set de Guerlain y les dije que sí, pese a no saber ni qué me llegaría porque el chico no sabía ni pronunciar la marca.
Hoy me ha llegado por mensajería un paquete con:
-khol lagon bleu. Es azul celeste-turquesa con shimmer dorado, precioso. Pero es muy similar a mi tono de ojos y no va a lucirme nada, así que seguramente lo ponga en Intercambios.
-los Terracotta Poudre des Sables. Unos polvos de sol iluminadores preciosos, con una caja para enamorar.
-un Aqua Allegoria de 75ml de Pivoine Magnifica.
Me ha encantado el regalo.
Tengo que quemar energía con la elíptica. Ahora he subido a 30 minutos cada sesión.
El ansia de comprar o el agujero, el vacío interno, se llena con el cansancio. Llevo días deseando comprar no sé el qué, siendo consciente de esa compulsión, no queriendo nada en concreto, sabiendo que realmente no necesito nada.
Tendría que comprarme ropa. Mi "gorda interna" se resiste por si vuelvo a ganar peso. Pero es que los pantalones me están ya feos de grandes. Igual me acerco al Kurokai y me pillo unos baratos de 20€ para salir del paso. También tengo en la recámara ropa guardada preciosa que siempre me he resistido a donar por si... por si perdía kilos, vaya, y espero poder aprovecharla en unos meses.
Voy poco a poco, me está costando asimilar la pérdida de peso. Mi yo interno no ha cambiado, me siento igual que antes, ni más delgada ni más guapa, ni diferente. Estoy en plena lucha, sigo en ella.
Esta semana también vendí unos cuantos potis que tenía en mi arsenal sin aprovechar y que ahora estarán en manos de foreras que les sacarán provecho.
